domingo, 23 de noviembre de 2008

COTIELLA

Mi llegada:

Viernes 10 de octubre

El viernes 10 de octubre, había llegado a Barbastro muy ilusionado, por fin había llegado el día, estaba otra vez con mi Sandra C. la que tanta ilusión y felicidad me da y trasmite.

Como no, Sandra ya me tenia preparadas un montón de actividades para toda la semana, como buen culo inquieto que es, el plan reunia; visitas a pueblos, sesiones de natación, Spining, ascensiones a Picos, un sin fin de actividades, parar los diez días que iba a estar por tierras de Somontano, con mi Pekis.

Comenzaríamos ese mismo sábado ya desde la mañana con una actividad de natación y por la tarde de excursión al Cotiella ,por decirlo de alguna manera!. Ya que al Pico, en verdad lo ascenderíamos al día siguiente.

Lo primero que hicimos, fue una aproximación hasta el refugio de Armeña, desde el aparcamiento de la pista del pueblo de Barbarruens a 1.572m.


Datos Técnicos



Tiempo

1h40m14sg



Distancia

3,49 Km.

2,1Km/h


Ascensión

376m

8m/min


Descenso

84m

7m/min


Punto mas alto

.906m



Punto mas bajo

1.572m



Temperatura

3ºC








Allí dejamos el todo terreno y nos pusimos en marcha por una pequeña senda que se adentraba en el bosque, en una tarde bien avanzada, con el ocaso del día muy próximo.

La Ribagorza, zona en donde nos encontrábamos, me sorprendió. Bosque espeso y un gran precipicio, inapreciable por el bosque y que en su extremo izquierdo, sorprendía con una soberbias caída; unos 40m de caída. Un bonito paisaje.

La ascensión fue sencilla. Sandra ascendía sin mayor problema, con su tipico ritmo mantenido y Pablo y Patricia, con algún que otro jadeo, debido a la falta de costumbre.

La ruta fue rápida, apreciados el paso del tiempo por el aumento paulatino de la oscuridad, que ganaba terreno, inexorablemente a las últimos rayos de luz del atardecer.

A escaso 100m del refugio de Armeña, este mostraba un aspecto inmejorable, lo que nos reconfortaba profundamente. Íbamos a pasar una noche tranquila y caletita.

La sorpresa nos llego, cuando ya entramos en el refugio. En el se encontraban ya 8 personas y solo tenia cabida para 14, por lo que resoplamos. Si llegamos a demorarnos un poco mas, no se donde habríamos dormido. Pero el grueso de la gente estaba aun por llegar. Un ultimo grupo hizo acto de presencia, a la hora y media de llegar nosotros. Serian unos 12 que con muy buena vista, optaron por subir con tiendas de campaña, por si acaso no había sitio, y que gran acierto fue su decisión.

Las horas previas para acostarnos, discurrieron rápidamente, entre la cena, el paseo nocturno y la tertulia con la gente. Sin darnos cuenta nos llegaron las 23:30h, un buen momento para ir a descansar y es que al día siguiente la jornada seria dura, sobre todo para Patricia y Pablo.


La ascensión,

domingo 5 de Octubre:




Pésimos madrugadores. Eran las 8 y la mayor parte de la gente había ya desayunado y prácticamente todos ya estaban en marcha, nosotros aun, comenzando a desayunar pero por una vez, disfrutamos tranquilamente del amanecer.

Según teníamos entendido, la ascensión era larga y con mucho desnivel, asi que había que tomar las cosas con tranquilidad desde el primer momento. El cielo estaba totalmente limpio y no se apreciaba ningún indicio de cambios a lo largo del día, así que a ritmo y para arriba.

La primera paradita la realizamos a eso de las 2h20, ya un poco tardío, pero los cuerpos no habían sufrido. Mentalmente, se hacia largo, pero una pequeña trepada, rompió la monotonía, lo cual como es evidente se agradeció.

Ascendimos ya la ultima pala en un ultimo esfuerzo, que fue muy sufrido para Pablo, el cual solo lo reconoció cuando estábamos de vuelta para casa en el coche.

Arriba en la cumbre, nos encontramos a los cuatro abueletes catalanes, con los que compartimos noche y cual fue nuestra sorpresa, que uno de ellos era un escritor de guías de montaña, de la editorial Prames. Así que se conocía todas las cumbres que se divisaban, que no era pocas, ya que el Cotiella se caracteriza por tener unas vistas privilegiadas, con una panorámica excelente.

El descenso:

Nada mas terminar de reponer fuerzas, comenzamos el largo descenso, rápido durante el primer tramo, hasta superamos la destrepada. A partir de este punto, Patricia acuso el cansancio, reflejándose en la debilidad de sus cuadriceps y Pablo tampoco estaba para tirar coetes. Pero los dos, sin rechistar continuaron a ritmo, realizando las mínimas paradas posibles. Sandra, para variar, genial, sin dar muestras de cansancio y es que a veces me pregunto de que pasta están echas algunas personas es de esta sin duda Sandra. Que pasada!!!

Llegábamos por fin al final de nuestro primer tramo, el refugio de Armeña, en donde repusimos fuerzas con una muy buena comida. Y es que ya llevábamos 8h de caminata. Aquí, pude apreciar, el gran cansancio que arrastraban Pablo y Patricia. Si para Sandra y para mi, estaba resultando largo, estando acostumbrados, para ellos, personas sin costubre, no puedo imaginármelo.

Ya no quedaba nada. Cargamos con el resto del material que habíamos dejado en el refugio y continuamos con nuestra marcha. Lo que nos quedaba, era un descenso, simplemente dejarse caer, hasta el aparcamiento, en donde se encontraba el coche.

A eso de las 18:00h por fin finalizábamos nuestra ruta, que a pesar de su dureza, todos refrendamos como magnifica. Unos como Sandra y Pablo por conseguir por primera vez tras varios intentos, ascender al esta gran mole y otros como yo y Patricia, por visitar otra bonita zona.

La noche ya se nos echo encima, regresando a Barbastro, punto final de este magnifico fin de semana, inicio de mi estancia con Sandra, en esta magnifica tierra, el Somontano.

Por delante y con muy buenas prespectivas, aun me quedaban 8 dias, para visitar zonas y practicar deporte.

viernes, 14 de noviembre de 2008

PISANDO PRADOS




Domingo 2 de noviembre:


Un paseo rápido por las Lagunas de Neila.

Suena el despertador, son las 8.,nadie quiere levantarse, dicen -¡¡es muy temprano Mena, apaga el despertador y que démonos hasta las 12 en al piltra!!!. EL día amanece con una bonita nevada copiosamente. Una fantástica jornada se nos presenta por delate.

Tras desayunar, optamos por dar un paseo por la nieve hasta las diferentes lagunas, unos con raquetas, Sandra y Susana, otro con ski de travesía y el resto andando. El paseo era muy facil y con apenas desnivel. Ascendimos los escasos 100m de desnivel que nos separan del primer lago en apenas 15´ El camino estaba rodeado de los pinos, cubiertos de nieve sobre sus ramas, era fantástico!!!! Este paisaje, estos momentos, te hacen reflexionar en la cantidad de tonterías que a uno le suceden en la vida diaria.. Pensé ,sin duda que fue un gran acierto el haber venido a este sitio

y que el tiempo estuviera así.

A pesar de la nevada que ganaba en fuerza, continuamos nuestro paseo por la senda de las diferentes lagunas, hasta que al llegar a una cuarta laguna, fue en ese momento cuando, Esther a través de los walki tolkies ,que la nevada estaba siendo también intensa en el puerto, donde habíamos dejado los coche, y que según las indicaciones del guarda del refugio, seria interesante que regresáramos y bajáramos para no complicarnos a la hora de regresar con los coches. Así que no nos quedo otra que regresar.


Odisea con los coches:


Tras bajar del refugio, llegamos a los coches y estos ya tenian un pequeño manto nivoso encima de el y por supuesto sobre la calzada. En apariencia no pintaba nada mal, pero nada mas ponernos en marcha, todo se trunco. Hubo que parar y ponerlas. Aquí fue donde la nieve y nuestra inexperiencia nos jugo malas pasadas.

Primero le toco a Francis. Tras poner las cadenas, con el freno de mano echado, y con Neila en el interior del coche, y ante nuestra sorpresa el coche se deslizaba por la nieve, y aun con el freno de mano echado.

Francis ante tal situación, echo a correr desde la parte de atrás del coche para entrar en el vehículo y así frenar el coche. ¡¡¡Menudo susto!!!

Pero no fue le único al que le paso este incidente. Sandra también sufrió el mismo percance.

Por fin y tras casi una hora, ganado por la carretera, ralentizando nuestra circulación, carretera cubierta de nieve, y quitar cadenas, nos llevo llegar a Quintanar de la Sierra. Aquí comimos todos juntos, en un mesón de la Villa, compartiendo la comida que cada uno llevaba. El día seguía lluvioso. Desde las ventanas del mesón podiamos ver caer la lluvia con fuerza, incluso algún que otro copo de nieve despistado.

A eso de las 16h, todos nos pusimos en camino a nuestras respectivas casa. Unos a Medina de Rioseco, a Burgos, a Madrid y nosotros optamos por hacer una variante en nuestra vuelta y pasarnos por Santo Domingo de Silos.

El nombre del lugar te llama a la curiosidad, llevándote a la mente el nombre de la Rosa. Pero la realidad es bien diferente. Un lugar donde el turismo esta bien instaurado. Donde lo que tenia que ser una visita cultural sin coste alguno resulta ser un negocio. Donde la masiva afluencia de gente al lugar, transforma a los mojes y religiosos del lugar. Siendo estos desagradables y bordes.

Tras esta visita fugaz por la villa, por fin poníamos rumbo a nuestra casas, llevándonos consigo, grandes recuerdos de los dos magníficos días en la naturaleza, acompaños de inmejorables amigos, con los que por unos días, respiras, ya no solo el aire puro, sino una pureza humana, que tanto se echa en falta en la vida diaria, en donde tanta maldad se esconde. Y que puedo decir de mi acompañante de viaje, Super-Pekis!!! Que placer estar a tu lado y poder hacer todo esto contigo.

A raíz de esto me viene a la memoria, una frase de Patricia Muñoz que decia. –Pedro!!!, no existe mayor placer que practicar montaña con la persona que quieres. Yo en su momento no la comprendía, pero por suerte, hoy puedo decir, así es Patrica,

Pekis, la próxima escapada juntos será en Canfranc, y de estas, o como las vividas hasta ahora, un montón!!!!







Sábado 1 de noviembre:

Cañón del río Lobos:

8 de la mañana, Sandra y yo, salimos en busca de Marta, a continuación nos pusimos en camino hacia el lugar de encuentro con el resto de la tropa en la villa de Ucero. El día, climatológicamente hablando nos sonrío, por fortuna las lluvias que se pronosticaban no aparecieron e incluso algún que otro rayo de sol hizo acto de presencia.





A Ucero solo llego puntual el de siempre, Luis Ángel y los que le acompañaban en esta ocasión, sus tíos. El resto como no!!!, todos con retraso. A eso de las 11:15h los 15 estábamos listos para disfrutar de una bonita jornada de naturaleza en el cañón del Rió Lobos.





Con frió, y con cielo medio encapotado, nos pusimos en marcha por la senda que discurre por el río Lobos. La Ermita de San Bartolomé, era el primer lugar de parada. Un lugar de gran confluencia de gente y luego ya dirección al Puente de los Siete Ojos, continuando por el curso del Cañón de Río Lobos.
Nuestro objetivo, no se pudo conseguir por no tener tiempo suficiente, por lo que a falta de unos 3 Km. optamos por no seguir mas en la marcha y dar media vuelta.
Pero antes de regresar al punto de partida, en una pequeña campa, a 45´ del Puente de los siete Ojos, paramos a realizar nuestro pequeño Picnic. Donde comimos, el clásico chorizo, jamón serrano, torreznos, tortilla, queso, patatas bravas y por supuesto, vino. Todo delicioso, y es que el marco era inmejorable y el tiempo, a pesar de ser algo frío, había despejado, obsequiándonos con tímidos rayos de sol.





A la vuelta, hicimos una pequeña paradita en el mirador de la carretera, para disfrutar de la panorámica y por supuesto de la puesta de sol.



Canino del Refugio de Neila:

La nieve hizo dejar los coches a mas distancia de la que yo habría pensado, a 50 minutos del refugio. Así que, en plena noche ya echada encima, con un suelo bien cubierto por la nieve, nos pusimos a andar hasta el refugio, en un entorno espectacular, que cualquiera de las fotos muestra por si sola, ese paseo.

Al llegar al refugio, poca cosa dio tiempo hacer. Reorganizar bultos e ir a cenar. El papeo consistió en: Un primer plato que consistió en fidegua con setas y de segundo, patatas fritas con filetes de lomo. EL postre, un clásico Yogurt de frutas. La digestión se ayudo con Pacharan y Orujo de hiervas.


Chapou por el día que tuvimos. Todo salió a pedir de boca, en verdad una jornada cojonuda, en donde todo salió a pedir de boca.