lunes, 19 de enero de 2009

Pico Gildar:


Punto de Partida Parking del Puerto de Pandetrave 00:00:00 11:15h Punto mas alto Pico Gildar Punto de Llegada Parking puerto Pandetrave 6:47:36 /
Tiempo invertido 6:47:36
Ascenso 867m 06m/m
Punto mas alto 2.157m
Punto mas bajo 1.385m


La crónica

Madrugon patético!!!!, despertamos a eso de las 8:36h. Noche fría, no solo en el exterior, -7,5º C sino también en el interior del refugio, 3º C. Todos en menor o mayor medida caso de Ferreras, pasamos algo de frío. Pero a pesar de ello, no nos levantamos a buena hora y eso se repercutió en nuestra puesta en marcha.















La mañana era fantástica. Muy fría en los valles, donde se recogían temperatura de hasta –10º C y por el contrario en lo alto de puerto de Pandetrave, inicio de nuestra ruta, la temperatura era de 4º C.










A eso de las 11:15h y con esta frase de Alberto Ferreras, daba comienzo la jornada de montaña. Esta frase, era dura y plasmaba la realidad de la situación que habíamos creado - “ menudos putos domingueros que somos”, aquí dimos comienzo a la ruta.











Por cuestión de la enorme cantidad de nieve, la ruta la tuvimos que dar comienzo, en lo alto de puerto, en el mismo mirador, desciendo por la pista que asciende a el y a dos kilómetros de este punto y tras cruzar el rió Cares, tomamos el inicio de la ruta.












La ruta fue serpenteando por el interior de un bosque de hallas cubiertas de nieve en sus ramas. Tendida pendiente que nos permitía disfrutar de lo que íbamos viendo a nuestro alrededor.
Al ir ganando altura, el bosque dio paso a laderas libres de cualquier tipo de obstáculo que nos dificultara nuestro avance. Ante nosotros fueron apareciendo, multitud de laderas blancas, cautivadoras para el descenso.



Según fuimos avanzando, fuimos observando pequeñas aludes en la cara sur de las laderas, pero no revestían ningún peligro, aunque resultaba inquietante ver aquella enormes bolas de nieve que se habían formado solas. Bolas que alcanzaban 1m 70 cm de diámetro.


Por fin vamos llegando al ultimo tramo. Un ultimo esfuerzo a una empinada pala de unos 40 grados con nieve dura. En algunas partes, costra. En otras dureza. Francis, para este ultimo tramo utilizo los crampones, el resto subimos a pelo. Yo, sufrí mucho. El problema con mis bronquios y el catarro, hacían que me asfixiase y tuve que llegar gateando a la cima, con mis tablas a la chepa.
Risa, en la cima. Patricia me obsequiaba con el premio de hielo al que mas sufrió y también al mas melón.


El descenso en esquís no fue del todo muy satisfactorio. La nieve dura, acojonaba ya había que hacer los giros con sumo tiento, y sin realizar grandes consecuciones de giro. Francis intentaba bajar con confianza, pero su rodilla le jugaba malas pasadas y antes de llegar al bosque se había quitado las tablas.

Por otra vía, Patricia, Gonzalo y Ferreras, realizaron el descenso. Al comienzo del bosque nos reunimos los dos grupos y comenzamos a bajar juntos.
La nieve tan blanda, provocaba en cada pisada de Francis y mía, que nos hundiésemos hasta la rodilla. Nuestro paso era lento, duro y muy cansado. El grupo de raqueteros, se desquiciaba con nosotros por nuestra lentitud y ver que la luz ya empezaba a escasear, y como no, una vez mas la noche se nos echo encima.

Los raqueteros fueron a su ritmo hacia los coche, por otro lado y mas lentos, Fran y Yo, que tuvimos que volver a poner la focas y ponernos los frontales, para avanzar con la noche ya echada por la pista que transcurría en el bosque.

A eso de las 19h, llegábamos los dos rezagados al coche y con una gran jornada, a pesar de yo encontrarme escojonadete y helado de frío.
Un gran mañana de montaña y afortunados por el tiempo que nos hizo.

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